Estamos
hechos de esto
Barro forjado en los huesos del
tiempo
¿Por qué sorprende tanto la mancha en el suelo?
El polvo en los ojos, cenizas
húmedas inundando la vida.
Porque
crecimos en zonas pobladas de juegos
Y el vecino de al lado jugaba todas las tardes y ahí estaban sus
juguetes
Y no había más pacto que una frontera invisible. Puentes de plástico
Y
cada tarde escuchabas el eco de sus aventuras y sus heroísmos
No había
batallas perdidas
/Siempre la salvación.
Y ahora nadie dice con los ojos
La zona donde dejaste de crecer es tierra
árida
Donde se secan los juegos y las voces
El único plástico que queda son buzones rotos
Que nunca
recibirán correspondencia
Ni
el sol en la tarde se quedó para
recibirla
Porque construyeron un muro en la garganta
/ Antes
de la invasión.
Solo gestos del exilio
Ojos que siguen cayendo en
el barro
/de cada despedida.
Humedad que nos hunde en algún patio extraño.
/ Donde se pierden todas las batallas.
Imponentes imágenes para decir el desgarro. Tu poesía sacude; no deja espacio para la indiferencia; te obliga a la reflexión a través de construcciones poéticas magistrales.
ResponderEliminarMe cargo constantemente. Solo encuentro cabida en las líneas, es un intento a penas y a tientas para escarbar en lo que ebulle y dejar que se condense. Aprecio mucho tus palabras, más de lo que podría decir.
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